Guía de las bodegas emblemáticas de Canarias

¿Por qué los Vinos Canarios son Únicos?

Antes de sumergirnos en las bodegas, es importante entender qué hace especiales a los vinos de Canarias. Las islas cuentan con un microclima privilegiado, suelos volcánicos ricos en minerales y variedades de uva autóctonas que no encontrarás en ningún otro lugar del mundo. Vides como la Listán NegroListán Blanco o Negramoll dan lugar a vinos con personalidad, frescura y una acidez vibrante que los hace perfectos para maridar con la gastronomía local o disfrutar en una tranquila velada en casa.

Además, muchas bodegas canarias practican una viticultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente, lo que añade un valor extra a cada copa. ¿Listo para descubrir dónde se elaboran estos tesoros?


1. Bodegas El Grifo (Lanzarote)

Empezamos nuestra ruta en Lanzarote, donde se encuentra una de las bodegas más antiguas de España: Bodegas El Grifo. Fundada en 1775, esta bodega es un auténtico museo viviente del vino. Sus viñedos, plantados en el característico paisaje volcánico de La Geria, son un espectáculo visual: las vides crecen en hoyos protegidos por muros de piedra para resistir el viento y aprovechar la humedad del suelo volcánico.

Qué probar: No te pierdas su Malvasía Seco, un vino blanco fresco y mineral, con notas cítricas y florales. Perfecto para acompañar pescados o mariscos.

Experiencia: Visita su museo del vino y disfruta de una cata guiada mientras aprendes sobre la historia de la bodega.


2. Bodegas Monje (Tenerife)

En el norte de Tenerife, en el Valle de La Orotava, se encuentra Bodegas Monje, una bodega familiar que lleva más de 250 años elaborando vinos con pasión y dedicación. Con unas vistas espectaculares al Teide y al océano Atlántico, esta bodega es un lugar ideal para una escapada romántica.

Qué probar: Su Tinto Tradicional, elaborado con uvas Listán Negro y Negramoll, es un vino equilibrado, con notas a frutos rojos y especias. Ideal para una cena en pareja.

Experiencia: Reserva una mesa en su restaurante y disfruta de una comida maridada con sus vinos, mientras admiras el paisaje.


3. Bodegas Viñátigo (Tenerife)

Otra parada imprescindible en Tenerife es Bodegas Viñátigo, un referente en la recuperación de variedades autóctonas canarias. Esta bodega ha sido pionera en rescatar uvas casi desaparecidas, como la Baboso Negro o la Gual, y convertirlas en vinos de alta gama.

Qué probar: Prueba su Listán Blanco Fermentado en Barrica, un vino complejo con notas a frutas tropicales y un toque ahumado. Perfecto para los amantes de los blancos con carácter.

Experiencia: Participa en una de sus catas técnicas, donde aprenderás sobre las peculiaridades de las uvas canarias y su proceso de elaboración.


4. Bodega Los Bermejos (Lanzarote)

De vuelta a Lanzarote, Bodega Los Bermejos es otra joya vinícola que no puedes perderte. Con una filosofía centrada en la sostenibilidad y la calidad, esta bodega elabora vinos que reflejan la esencia volcánica de la isla.

Qué probar: Su Malvasía Volcánica es un vino blanco fresco y aromático, con notas a manzana verde y flores blancas. Ideal para un aperitivo o para acompañar quesos suaves.

Experiencia: Recorre sus viñedos y descubre cómo el suelo volcánico influye en el sabor de sus vinos.


5. Bodegas Tajinaste (El Hierro)

Terminamos nuestra ruta en la isla de El Hierro, donde Bodegas Tajinaste elabora vinos únicos en un entorno natural espectacular. Esta bodega es un ejemplo de cómo la viticultura puede adaptarse a condiciones extremas, como los fuertes vientos y la altitud.

Qué probar: Su Vijariego Blanco es un vino fresco y ligero, con notas a frutas tropicales y un final refrescante. Perfecto para los días de verano.

Experiencia: Visita la bodega y disfruta de una cata al aire libre, rodeado de viñedos y montañas.